Introducción
Los
andrógenos son hormonas sexuales masculinas que son sintetizadas y secretadas
por los testículos. Aunque también pueden ser sintetizados por la corteza
suprarrenal de las glándulas suprarrenales y en menor medida por los ovarios de
la mujer.
Hay
tres tipos de andrógenos: testosterona, androsterona y androstendiona. Igual
que los estrógenos son hormonas esteroideas derivados del
ciclopentanoperhidrofenantreno.
La
principal hormona masculina es la testosterona.
Hace
mucho tiempo que se observó que el proceso de castración daba como resultado
eunucos. Esto fue el inicio de la endocrinología. Berthlod en 1849 fue el que
descubrió que los testículos son glándulas de secreción. Mostró que el
trasplante de gónadas a gallos castrados evitaba signos de castración, fue la
primera prueba experimental sobre una glándula endocrina. La testosterona fue
una de las primeras hormonas esteroides en aislarse.
La
testosterona es secretada en los testículos y es el principal andrógeno de los
hombres. Los ovarios y la corteza suprarrenal también sintetiza testosterona
pero en menor medida. En muchos tejidos la testosterona se reduce a
dihidrotestosterona. Esta última hormona tiene mayor afinidad por su receptor
que la testosterona y además es más estable la interacción. Hay más hormonas
sexuales masculinas, pero su interacción es débil y es poco probable de que
puedan actuar a concentraciones fisiológicas. La testosterona puede ser el
precursor de estradiol en muchos tejidos extraglandulares, esto explica la
aparición de estrógenos en el hombre.
Síntesis y secreción de testosterona
La
concentración plasmática de esta hormona es alta en tres períodos de la vida:
en la fase de desarrollo embrionario, en el período neonatal y durante toda la
vida sexual adulta. Incrementa la concentración en la octava semana del
desarrollo del feto y disminuye antes del nacimiento, aumenta en el período
neonatal y disminuye alrededor de un año del niño. En la pubertad también
incrementa, ya que LH y FSH son sintetizadas y secretadas por parte de la
hipófisis. Es en esta fase cuando el hipotálamo y la hipófisis se hacen
sensibles a la inhibición por retroalimentación negativa.
Relación entre andrógenos y gonadotropinas
La
testosterona y las gonadotropinas son secretadas de manera pulsátil. En hombres
adultos, las concentraciones de LH, FSH y testosterona cambian a lo largo del
día aunque los valores diarios son constantes.
LH
y FSH son las responsables de regular el crecimiento testicular,
espermatogénesis y esteroidogénesis.
LH
interacciona con las células de Leydig para incrementar la síntesis de AMPc y
provocar la conversión de colesterol a andrógenos, ya que induce un aumento de
la actividad de enzimas como es la de desdoblamiento de cadena lateral de
colesterol.
FSH
favorece espermatogénesis en los túbulos seminíferos y LH regula la síntesis de
testosterona por las células de Leydig. FSH también puede estimular la
actividad de LH y por tanto la síntesis de testosterona. Se han hecho estudios
de histoquímica para saber en donde se sitúan estas dos hormonas y se ha visto
que LH se encuentra en las células de Leydig y FSH sobretodo en células
Sertoli. Los andrógenos que son liberados por las células de Leydig viajan por
los túbulos espermatogénicos para favorecer la espermatogénesis y entran en la
circulación. FSH y LH tienen acciones para estimular el crecimiento de los
testículos.
Acciones fisiológicas
Los
andrógenos ejercen muchas funciones en las diferentes etapas de la vida. En el
transcurso de la etapa embrionaria, sus efectos son necesarios para el
desarrollo del fenotipo masculino.
En
el momento de la pubertad, las hormonas actúan transformando al niño en hombre.
Antes de la pubertad, la secreción mínima de andrógenos inhibe a las
gonadotropinas, por lo que no se secreta y no se estimulan ni LH ni FSH. En la
etapa de la pubertad, las gonadotropinas se hacen insensibles a la inhibición
por retroalimentación y por lo tanto LH y FSH están activas y se produce la
síntesis y secreción de testosterona.
La
testosterona provoca un incremento de talla, incremento de peso corporal,
desarrollo de la musculatura esquelética, la piel se hace más gruesa, más
grasosa debido a que incrementan las glándulas sebáceas (acné), el vello axilar
crece, cambios en la voz, crecimiento de la barba. Los andrógenos también
pueden causar la conducta agresiva y sexual del sexo masculino.
Las funciones de
los andrógenos son varias:
- Implicadas
en el desarrollo masculino. (Más adelante se verá)
- Espermatogénesis.
Este proceso de síntesis de espermatozoides ocurre durante la pubertad,
debido a un aumento de la producción de andrógenos.
- Disminución
de la deposición de la masa grasa. Se ha visto que inhiben la capacidad de
almacenar grasa de las células adiposas bloqueando una vía de transducción
de señales.
- Potencian
la masa muscular del hombre.
- Influyen
en el comportamiento humano
Mecanismo de acción
En
los órganos diana, la testosterona es transformada a dihidrotestosterona por
acción de una reductasa. Es una forma más activa de la testosterona. Se cree
que es la mediadora de la regulación de la producción de LH y de la
espermatogénesis.
La
testosterona o DHT se unen a una proteína receptora intracelular y se
internaliza. Este complejo se une a elementos reguladores específicos, y actúa
incrementando la transcripción de genes regulados por hormonas.
El
receptor de andrógenos pertenece a la superfamília de receptores de hormonas
esteroides y tiroideas. Codificado por un gen que se encuentra en el cromosoma
X, con dominios de unión a andrógenos y de unión a ADN.
Acciones sobre testículos y otras
estructuras
En la octava semana de vida
fetal, se empiezan a secretar andrógenos por parte de los testículos. Si no se
secretan estas hormonas, por defecto se da el aparato reproductor femenino en
el embrión. Los testículos a su vez secretan la hormona anti-Mülleriana que
provoca la regresión de los conductos de Müller.
Debido a la acción de la
testosterona los conductos de Wolff se diferencian en epidídimo, conducto
deferente y vesículas seminales. La acción de DHT provoca fusión y alargamiento
del pliegue labioescrotal hasta desarrollar la uretra, el pene y escroto, y la
próstata.
En la última etapa del embarazo,
los niveles de testosterona en el embrión empiezan a disminuir y en el momento
del nacimiento es indetectable.
Es en la pubertad cuando vuelven
a incrementar ejerciendo un efecto directo sobre los testículos. Es necesario
andrógenos para la espermatogénesis en los túbulos seminíferos y para la maduración
de los espermatozoides. Son procesos complejos y que se desconoce exactamente
cómo actúa la testosterona en estos procesos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario